El 4 de diciembre se realizaron elecciones para la Duma Estatal, la cámara baja del parlamento de Rusia que consiste de 450 diputados. De siete partidos políticos, el gobernante “Rusia Unida” (RU) consiguió cerca del 50% de votos, lo que le da la mayoría. En segundo lugar está el Partido Comunista de Rusia el que obtuvo un poco menos del 20%, el “Rusia Justa” consiguió cerca del 13% y el “Partido Liberal-Demócrata de Rusia” – cerca del 12%. Los restantes tres partidos que participaron en elecciones, no consiguieron los necesarios 7% para entrar a la Duma. El Presidente de “Rusia Unida” V.V. Putin dijo que “esta composición permite a RU garantizar el desarrollo estable de nuestro país”. Sin embargo, la cantidad de escaños de RU en la Duma ahora se reducirá a 220 contra los 315 que tenía anteriormente, lo que obligará a los miembros del partido a pactar con otras fuerzas al elaborar decisiones gubernamentales.
Según los cálculos de la Comisión Central de Elecciones, la participación popular fue deL 60,2%; 3,8% menos que hace 4 años. Los porcentajes más grandes de participación (más del 90%) lo mostraron Chechenia y Mordovia y el más bajo (41%), el Krai de Stávropol.
La oposición denunció que en las elecciones hubo muchas irregularidades: los observadores no fueron admitidos en muchos colegios electorales; en algunos lugares había grandes grupos bien organizados de electores que votaban más de una vez en diferentes colegios aprovechando certificados recibidos con antelación para votar fuera de su colegio electoral; y en las empresas grandes, los jefes presionaban sus empleados para botar por cierto partido. Sin embargo, los observadores internacionales evaluaron positivamente el nivel de preparación y realización de elecciones en Rusia: “todas las observaciones críticas eran sobre deficiencias técnicas y no sobre infracciones del derecho electoral, y no pueden influir en los resultados de las elecciones” – informó el observador polaco Mateush Piskovski. El miembro del Consejo de los derechos humanos del estado de Virginia John Amiral, felicitó a los rusos por las “elecciones bien organizados”. “Los comicios de hoy como proceso, me sorprendieron positivamente –dijo, y agregó: “No he visto hasta ahora ninguna irregularidad. El ambiente es muy positivo y las listas son ordenadas".
El porcentaje de votos recibidos por “Rusia Unida” en Moscú fue un poco más bajo que el promedio del país y resultó cerca del 46%, en cambio el “Yábloko” obtuvo 8,57%. El alcalde de Moscú Sergéi Sobiánin valoró este resultado como “previsible y digno”, pero agregó que “el total de las elecciones es una seria señal crítica de los moscovitas en dirección a la organización capitalina del “Rusia Unida” y el poder en general”. El alcalde señaló que el resultado como este le exige “elevar continuamente el nivel y calidad de vida de los ciudadanos”. “Tenemos que resolver los problemas que enfrenta nuestra ciudad con más energía, más consecuencia y eficacia, realizar todos los planes trazados en mejoramiento del sistema de transporte, educación, salud y esfera social de Moscú” – especificó. Según el alcalde, es necesario “perfeccionar los mecanismos” de retroalimentación con la gente, también involucrar más activamente a los ciudadanos a la gobernación de la ciudad y ampliar las posibilidades de los ciudadanos de controlar el trabajo de las autoridades. Y Dmitri Peskov, secretario de prensa de Vladimir Putin, dijo que a pesar de los resultados positivos de las elecciones, el partido “Rusia Unida” va a realizar una renovación de su activo. RIA Novosti
El economista Mikhail Dmitriev explica el descenso de la popularidad del partido gobernante entre los pobladores de metrópolis grandes, los que en actualidad componen una tercera parte de toda la población adulta del país, “la nueva clase media urbana presenta demandas, al respecto cuales el sistema existente fallaba. Antes que nada, son las demandas de un estado de derecho, capaz de defender un ciudadano cualquiera, que no tiene oportunidad de contratar un abogado caro ni usar sus contactos en altos círculos dirigentes para resolver sus problemas. Muchos de ellos en los últimos años obtuvieron ciertos bienes, sus propios negocios. Es muy difícil vivir y resolver sus conflictos comerciales en un sistema torcido de derechos. Y muchos entienden que sin cambios del sistema político, será muy difícil lograr progreso en este campo. La clase media también está muy preocupada por la calidad de los servicios sociales , la educación y salud. Durante 10 años, las reformas estaban “patinando” y el sistema rechazaba cambios integrales”.
Artículo “Estancamiento no nos amenaza” de la edición # 48 de “Argumenty y Facty”
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