Vale la pena abrir un mapa del hemisferio occidental y dirigir la vista hacia el istmo entre Norte y Suramérica, el que tiene el ancho en diferentes lugares de 125 a 265 kilómetros. En su parte más estrecha está escondido un pedazo de material volcánico sobre el cual la Naturaleza hechicera ha ensayado sus habilidades mágicas: dibujó sobre las piedras y dio vida a los volcanes, cataratas, montañas, bosques vírgenes, llenos de especies raras de animales, pájaros y plantas, islas de cocos, cavernas del período glacial. Y después, al llenar con todo tipo de leyendas y misterios esta creación única, con una superficie apenas de 51 mil kilómetros cuadrados, la escondió dentro de la Cordillera Central y encomendó a los dos gigantes – los océanos Pacífico y Atlántico – resguardar este tesoro de huracanes y tormentas. ¡Es lo que es Costa Rica! Una de las maravillas naturales que atrae multitudes de turistas de todos los rincones del globo terrestre.
El Océano Atlántico acaricia sus costas del lado noreste y el Pacífico, del suroeste. La vecina más cercana desde el lado norte es Nicaragua, y del lado sur es Panamá. La posición geográfica le da a Costa Rica su atractivo y singularidad especial. En un solo día usted puede visitar las tierras montañosas sobre uno de los volcanes, y al bajar hacia la isla de cocos observar el cambio de paisajes: prados “alpinos”, bosques húmedos de hojas perennes, de coníferos así como bosques de poca estatura, etc. (en total, hay 10 tipos de bosques aquí), palmerales, manglares, praderas de hierbas. Aquí hay tanto llanuras secas y calientes, como mesetas montañosas de clima templado.
Estos cambios tan rápidos de vegetación no son para nada raros, ya que el país tiene 4 zonas climáticas y 12 principales ecosistemas. Costa Rica con todo el derecho puede llamarse país-reserva, es donde las riquezas naturales se están preservando en 74 zonas protegidas. Esto significa que a cada ciudadano aquí le toca la cantidad de plantaciones verdes más grande del mundo. Hablando de la flora y fauna, hay que usar números gigantescos. Es difícil de imaginar que aquí hay más de 200 especies de mariposas diurnas y aún más nocturnas – 4 500! Hay 1600 especies de peces, centenas – de abejas, 1300 especies de plantas, y de ellos, 1 400 variedades de orquídeas. Hay una gran variedad de murciélagos pero entre sus decenas de especies, es muy difícil encontrar uno bonito. Los anfibios y reptiles se cuentan por centenas al igual que las aves, de las que hay 900 especies. Los cedros y ceibas alcanzan los 50 metros de altura y los cactos, hasta 20 metros.
Al encontrarse en Costa Rica, uno se siente como el personaje del libro de N. Nósov “Neznaika en la ciudad de Sol” (equivalente ruso a las historias de pitufos), donde las flores crecían hasta tamaños gigantescos. Al igual que en ese cuento, las cabezas multicolores de las hortensias aquí son más grandes que una pelota de básquetbol, y las flores de la “reina de la noche”, que tienen forma de campanitas y cubren altos árboles varias veces al año, tienen de 40 a 45 cm de largo.
La flora y la fauna de Costa Rica es un tema especial. Con sólo decir que el verano permanente, con temperatura ambiente entre los 25 y los 27 grados centígrados, ayuda a la naturaleza a exponer toda su capacidad y esta, según la cantidad de especies de todo lo vivo, parece que no tiene límites. Sus estudios y la preservación es el objeto de trabajo de los científicos costarricenses, y gracias a ellos Costa Rica es una de los líderes mundiales en la materia de preservación de naturaleza.
Irina Borovik
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