En los últimos años, los habitantes de Costa Rica se volvieron
famosos en todo el mundo porque se consideran las personas más felices en la
Tierra. ¿Por qué lo son? O posiblemente por ser más ricos o más guapos
y saludables? No, son felices porque adoran a su Virgen de los
Ángeles, creen que siempre los
protegerá, les ayudará en la vida y que todas sus cosas van a estar bien. “¡Tan linda es mi Costa Rica, que la Virgen
de los Ángeles bajó, y cuando la vio tan bonita, al cielo jamás regresó” – reza
la canción popular.
La milagrosa Negrita, como
llaman con cariño a la estatuilla esculpida de piedra color oscuro hace más de
370 años, está colocada en el altar del templo de belleza excepcional la
“Basílica de los Ángeles” en la ciudad de Cartago, antigua capital del
país. Cada año, el 2 de agosto, centenares de miles de
costarricenses van a pie a Cartago desde todas las ciudades del país para rezar
a la Virgen de los Ángeles, agradecerla por su protección y pedirle, en caso de
alguna necesidad muy seria, brindar por su merced y conceder un milagro. Este año un hombre hizo la promesa de
realizar la caminata a la Virgen 16 veces!
Su hijo está muy enfermo y está rogando a la Madre de Dios concederle un
milagro y curarlo. El año pasado
caminó 30 km ocho veces y este año sigue
cumpliendo con su romería. “Mi hijo ya
está mucho mejor!” – informó con gran alegría.
La
gente pide a la “Negrita” ayudarle a pasar exámenes en la universidad,
encontrar un empleo, ganar la lotería o que regrese al hogar el esposo infiel. Pero más que nada le pide, por supuesto, una
buena salud. Y está segura de que sus
plegarias serán escuchadas.
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