Últimamente nuestros compatriotas de Ucrania, así como también los rusos y originarios de otras repúblicas, están muy preocupados por los acontecimientos en este país donde se están sucediendo manifestaciones masivas de protesta y hasta se habla de un posible golpe de estado. La televisión de aquí bajo influencia de los Estados Unidos, da una interpretación unilateral de lo que está sucediendo, por eso es necesario estudiar este asunto con más profundidad.
Los ucranianos tienen motivos de sobra para el descontento. La situación socioeconómica en el país en los últimos 20 años deja mucho que desear. Ucrania es el segundo país europeo por su tamaño después de Rusia, con una población de 45,5 millones de habitantes. Está situada en Europa del Este aproximadamente entre Rusia y Polonia. En el siglo pasado, esta república se destacaba por su alto nivel de desarrollo industrial y agropecuario. Después de la desintegración de la Unión Soviética, el país entró en una severa crisis. Ahora, según el índice de desarrollo humano, Ucrania está en el lugar N° 78 en el mundo (para comparar: Rusia ocupa el número 55 y Costa Rica, el 62), el desempleo en el país es de 7% ¡y la deuda externa llega a los 93,5% del PIB! En el año 2011, la Revista Forbes colocó Ucrania en el rating de las diez peores economías en el mundo. A pesar de que Ucrania tiene riquísimas tierras de cultivo y buenos recursos minerales, su PIB per cápita es mucho más bajo que en países tan pobres como Serbia o Bulgaria. El Departamento de Estado de los Estados Unidos menciona defectos como “leyes y decretos muy complicados, mala gerencia corporativa, débil realización del derecho contractual por parte de los tribunales y especialmente, alta corrupción”. (Wikipedia). Millones de ucranianos han emigrado a otros países del mundo y otros millones cada año se van en busca de trabajo fuera del país, de ellos 3,6 millones – a Rusia. (http://vu.ua/news/267.html)
En este contexto de la crisis general, la adhesión de Ucrania a la Unión Europea fue la cuestión principal de discordia en este mes. En este caso las opiniones de los ucranianos se dividieron: los habitantes de las provincias occidentales, que históricamente tienden a Polonia y Austria (ya que estas tierras formaban parte de Rech Pospolita – el Estado Polaco-Lituano – en los siglos 16 , 17 y 18, después del Imperio Austrohúngaro y más tarde, de Alemania en los años 1917 - 1939) sueñan con que Ucrania se adhiera a la Unión Europea. Consideran que dentro de la UE, el país podrá modernizar su industria, elevar el nivel económico y así salir de la crisis. También quieren ver a Ucrania como un estado democrático, libre de corrupción y con respeto a la libertad de expresión. Y, antes que nada, los atrae la oportunidad del régimen sin visas ya que les gustaría viajar libremente por todos los países de Europa. Según las encuestas de opinión pública, el porcentaje de ciudadanos que apoyan este concepto, en el último mes creció hasta el 45% (ЛIГАБiзнесIнформ). Los habitantes de las provincias orientales y del centro, se inclinan a la adhesión de Ucrania a la Unión Aduanera, la integración comercial y económica formada en 2010 y donde el papel principal lo juega Rusia. No es de extrañar. Desde el siglo 9, desde los mismos principios del Estado Ruso Antiguo, cuyo capital fue Kiev, estos pueblos hermanos vivían juntos, y en los siglos posteriores Ucrania formaba parte del Imperio Ruso y después de la URSS. La mayoría de la población de estas regiones habla solamente ruso. Los miembros de la Unión Aduanera, además de Rusia, son Bielorrusia y Kazajstán. Y Kirguizistán, Tayikistán y Armenia están en proceso de adhesión. Este organismo está gobernado por el Consejo Económico Superior Euro-Asiático creado en 2011. (Wikipedia)
Ucrania es un estado soberano, sin embargo en este siglo de la integración global, ningún país puede vivir en aislamiento, especialmente económico, porque sencillamente, es muy poco provechoso. Ahora el país está en una encrucijada, y en esta condición muchos observadores lo comparan con “la novia que tiene dos pretendientes”.
La historia de las relaciones entre Ucrania y la UE dura ya muchos años. El gobierno ucraniano, en varias oportunidades, anunciaba que considera la euro-integración como la dirección prioritario de la política exterior del país. De 1994 al 2008 estaba vigente el Acuerdo de Coparticipación y Colaboración y desde el 2009, las relaciones entre Ucrania y la UE se están desarrollando dentro de la iniciativa de la UE “Coparticipación Oriental”. Víctor Yanukovich elegido como Presidente en marzo del 2010, declaró que Ucrania seguía el movimiento hacia la euro-integración. En noviembre del 2010 firmaron el protocolo de un nuevo Acuerdo de Coparticipación y Colaboración que fue aprobado por el Gabinete de Ministros el 17 de setiembre de este año. Para una integración completa a la Unión Europea, tienen que llevarse a cabo reformas políticas y socioeconómicas, sin embargo la Rada Superior hasta ahora no pudo aprobar las leyes necesarias para eso. Una de las exigencias más sensibles es la liberación de la personalidad política grande Yulia Timoshenko la cual en 2010 tuvo la posibilidad real de llegar a ser la presidenta de la república, pero en vez de ello, desde el 5 de agosto del 2011 fue encarcelada con cargos de abuso de poder y autoridad pública en la firma de contratos de comercio de gas con Rusia en el año 2009. La Unión Europea considera la persecución de Timoshenko “una aplicación selectiva de la justicia por motivos políticos". También la UE exige la aprobación de una ley que prohíba la discriminación en el campo laboral basada en la orientación sexual y otra que permita los matrimonios de personas del mismo sexo. Las exigencias más importantes que se requieren del país, son la ausencia de devaluación de la moneda, un bajo nivel de inflación, bajo desempleo, la observación de muchas normas ecológicas y la disminución drástica de la corrupción. Además de todo eso, la Unión Europea exige que Ucrania reconstruya todos sus ferrocarriles, para que estén en conformidad con el ancho del carril que se usa en Europa Occidental. (Wikipedia)
El gobierno de Ucrania hasta el último momento esperaba que pueda firmar el 29 de noviembre el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea en la Cumbre de la “Coparticipación Oriental” en Vilna. Pero poco antes de eso, se supo que en el texto del acuerdo no estaban incluidas muchas condiciones que esperaba el Presidente Yanukovich. Quien estaba más preocupado era el Primer Ministro de Ucrania Nikolai Azarov. En entrevista para el Canal 1 de la TV Rusa el 24 de noviembre dijo: “En vez de los 700 mil millones de euros que Ucrania necesita para modernizar su industria (los que ni pensábamos en pedir, por supuesto), o por lo menos 20 mil millones para reconstruir la infraestructura del país, la UE nos promete dar sólo un mil millones… Es simplemente una limosna. Ni tampoco nadie nos va a cancelar la deuda externa, como lo han hecho con otros países”. El gobierno de Ucrania ya estaba por aprobar las leyes que prohibían la discriminación de los gays y permitían los matrimonios entre personas del mismo sexo. Pero el lado económico del asunto ha prevalecido ante todos los demás. Especialmente después de que el Presidente de Rusia V.V. Putin anunciara que en el caso de la firma del acuerdo de Ucrania con la UE sobre la asociación, cuya parte es el reglamento de la zona de libre comercio, Rusia estará obligada a defender su mercado y no podrá importar las mercancías ucranianas sin impuesto. (RIA Novosti). Entonces los ucranianos tuvieron que abrir los ojos a la realidad: ya que Rusia es su principal copartícipe comercial. “A Rusia va el 30% de todas las exportaciones ucranianas (los que equivalen a una cuarta parte del PIB del país) y el 80% de exportaciones de la producción de frutas y verduras”. (http://www.newsbalt.ru/) No es difícil de sacar cuentas qué es lo que amenaza a Ucrania en el caso de la pérdida del mercado ruso. “Naturalmente, hemos pedido compensaciones” – dijo el Primer Ministro de Ucrania Nikolai Azarov. Sin embargo, el representante oficial de la Comisión Europea Olivier Bayi dijo que “el Acuerdo de Asociación con la UE es un acuerdo sobre el acercamiento, florecimiento e inversiones. No demanda ningún tipo de compensaciones, y no aceptamos ningún juego de números”. (ITAR-TASS). “No pudimos cargarnos con tanta responsabilidad. Por eso hemos decidido hacer una pausa” – concluyó Azarov y agregó que uno de los factores decisivos de la toma de esta decisión fueron las condiciones sumamente duras del crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI). (RIA Novosti)
Es comprensible que los ucranianos quieren vivir “como los europeos”: llevar la vida rica, limpia, civilizada, sin corrupción ni borrachera. ¿Pero, recibirán todo eso al adherirse con la Unión Europea? La experiencia de muchos países de Europa demuestra que no. “¿Quieren saber cómo vivirían dentro de la Unión Europea? Vaya a Bulgaria. Pero no de vacaciones, para andar por la playa de un restaurante al otro. Es una máscara, una fachada. Adéntrese un poco, unas pocas decenas de kilómetros en el país. Verán las ruinas de las fábricas, y la pobreza que campea por todo lado. Verán la economía aplastada por la Unión Europea, verán la gente que en vano trata de encontrar empleo –escribe el periodista búlgaro Valeri Naidenov- Toda la industria fue eliminada metódicamente, todo lo posible fue privatizado a precios regalados, y cortado para reciclar. La agricultura y la ganadería fueron exterminadas por completo. El sistema de educación superior fue destruido. Para el 2013, Bulgaria había perdido el 60% de las fuentes de trabajo, la población y se transformó en una colonia bajo la administración política de la UE. ¡Una república que era la mejor en el cultivo de tomates, dejó de producirlos! La población, de 9 millones disminuyó a 7. Una cantidad enorme de gente trabaja en occidente. El que puede, se va, ya que las fronteras están abiertas. ¿Pero, quiénes están allá? Acaso son gerentes, tecnólogos o ingenieros?.. No, allá están obreros no calificados, lavatrastos, ‘gastarbeiters’! Es lo que nos dio la Unión Europea, la posibilidad de irse sin visa, para trabajar como jornalero. Es el precio que Bulgaria pagó a la UE. Queríamos una vida diferente, pero no así. Nos engañaron sin piedad. Nos atrajeron a la UE sin preguntarle a la gente. Nos llenaron de propaganda occidental. Teníamos esperanza que al entrar a la UE, la vida sería mejor. ¡No! La vida se hizo insoportable!” (http://politiko.ua). Las quejas similares se encuentran fácilmente en la prensa tanto sobre Letonia, como Lituania, Grecia, España y muchos otros países de Europa.
“Prácticamente durante novecientos años, el occidente ha demostrado una constancia envidiable en su relación con los eslavos – para ellos siempre han sido una fuente de recursos y Lebensraum (medio ambiente), nada más –escribe Alexander Rogers, economista de Vinnitsa.- ¿Y por qué en la tierra tenemos que creer que de repente, de la noche a la mañana, los más crueles e implacables colonizadores e imperialistas del planeta se transformen en nuestros amigos? Creer en eso, sólo pueden unos Pinochos ingenuos y completamente divorciados de la realidad, con los cerebros lavados por el televisor. Con los ejemplos de Grecia, Hungría y otros países, a los que han arrastrado a la UE, podemos ver que lo único que quieren es involucrarnos en la esclavitud crediticia, vendernos su mercancía de consumo de baja calidad, utilizar nuestra tierra para cultivar sus alimentos y sacar los recursos de nuestro país a precios regalados”. (http://blog.polemika.com.ua/)
Mientras los manifestantes en el Maidán Nezalezhnosti (Plaza de Independencia) de Kiev ya llevan toda una semana gritando y moviendo las banderas, no entienden claramente que la cuestión no se trata todavía de la adhesión a la UE, sino solamente de la asociación, es decir, el acercamiento y coparticipación, y es completamente otra cosa. Muchos países ya han firmado el Acuerdo de Asociación con la UE, pero hasta ahora no han podido llegar a ser sus miembros. Muchos observadores dudan que Ucrania, con todas las circunstancias favorables, pueda pronto entrar a la UE, porque Europa sencillamente no podría “digerirla”. El observador del periódico británico The Times Roger Boyes expresó la opinión que la UE cínicamente engaña a Ucrania y solamente finge que quiere verla entre sus miembros, pero en realidad, sólo le ofrece un acuerdo similar al que fue firmado con Turquía en 1964. El observador señala que ni ese país ni Ucrania jamás llegarán a ser miembros de la Unión Europea. Entre las causas destaca una gran cantidad de ucranianos desempleados que desean salir en busca de trabajo y también la crisis crónica de la UE. http://www.thetimes.co.uk/ Además de todo eso, la anulación de visas para entrar a los países de Europa –lo que desean tanto los ucranianos– todavía no está ni en los planes de largo alcance.
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