GAZETA # 27. Octubre 2010. ARTÍCULO 6. Clases rusos de teatro para los actores costarricenses

Cuando un actor en un escenario teatral se arrodilla para declarar su amor a la mujer, o en otra escena, horrorizado, hace un brinco para alejarse del enemigo y agarra la espada, tiene que moverse de forma elegante y expresiva.  El teatro no consiste en sólo diálogos: si los actores van a interpretar sus roles sin moverse, los espectadores sencillamente se dormirán de aburrimiento.

Para enseñar a  estudiantes y actores  costarricenses a desempeñarse  en el escenario, a finales de octubre llegó de Moscú el destacado profesor y director de teatro Vladímir Gránov.  Durante dos semanas dio clases magistrales  dentro de los marcos del III Encuentro Nacional de Teatro – un concurso de espectáculos teatrales ya tradicional en la capital costarricense.  Además de él, también participó una representante de Cuba que dio clases de crítica teatral, y un director de teatro de los Estados Unidos.  La llegada de Gránov esta vez fue organizada por la Fundación “Ciudades Hermanas” (la cual fundaron nuestros compatriotas Marta Rein y Dmitri Ordansky, personajes de teatro, junto con Mikhail Larguín) y el Taller Nacional de Teatro de Costa Rica.  Marta, además de eso, participó directamente en la realización de estas clases, en el papel de traductora.

 Vladímir Gránov en el pasado fue profesor en GITIS (Instituto Estatal de Arte Teatral) de Moscú y a su tiempo ha formado centenas de destacados actores rusos, entre cuales podemos mencionar a Vladímir Vdovichenkov, Nelli Uvarova, Lubov Tolkálina, Anna Mikhalkova, Artur Smolianinov, además de la misma Marta.  Gránov no sólo es profesor, sino también director teatral.  Puso en escena centenas de espectáculos en muchas ciudades del mundo de diversos países: Rumania, Israel, Rusia, Estonia.  Últimamente vive y trabaja en Francia.

Los actores y estudiantes del Taller Nacional de Teatro, de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional, que se han matriculado en las clases magistrales, quedaron entusiasmados con el sistema ruso de educación teatral y los métodos de Gránov.  Por primera vez comprendieron que la “biomecánica del movimiento escénico” –nombre completo del curso – no sólo son ejercicios físicos, sino una parte indispensable del arte escénico, sin la que es imposible el desarrollo de la acción en el escenario. Ellos, en conjunto con el Taller Nacional de Teatro están planeando invitar de nuevo a Gránov a Costa Rica, esta vez para que ponga un espectáculo en escena;  aunque han decidió no divulgar todavía cual será.