Una pareja ataviada con trajes brillantes sale deslizándose sobre el hielo y comienza a girar en espiral, haciendo levantamientos acrobáticos, saltos, giros y otros trucos. A la memoria de repente se vienen términos semiolvidados: “lutz doble”, “todes”, “caminito”, “axel triple”….. No estamos en competencias deportivas en nuestra patria ya que detrás de las paredes se oyen los sonidos de la Costa Rica tropical. La pista cubierta con hielo mide apenas 14 metros, pero la música de Tchaikovski, da regocijo tan deslumbrante, que llena todo el espacio del gimnasio, y la gran maestría de los bailarines nos hace olvidar de todas las complejidades técnicas y sencillamente derretirnos de placer con este arte tan bello. Con razón que este tipo de espectáculo se llama “fiesta sobre hielo”.
Los artistas de Rusia no son visitas frecuentes en Costa Rica, por eso no podíamos perder la oportunidad de asistir en este show. El grupo se presentó en Costa Rica durante sólo cuatro días: del 16 al 19 de diciembre del 2010. A pesar de los precios de entradas nada baratos – de $ 30 a $100 – el gigantesco Gimnasio Nacional se llenaba casi hasta el tope en estas presentaciones.
Como bien se sabe, el ballet de Tchaikovski “Cascanueces”, creado por motivo del cuento de T. Hoffman, trasmite un sueño increíble de una niña llamada María en la noche de Navidad, cuando sus juguetes se volvieron vivos, los soldaditos se pusieron a batallar contra el ejército de ratones, y el Cascanueces de madera – un juguete que también se usaba para abrir las cáscaras de nueces – tomó el papel del comandante. Sin embargo esta trama no se desarrolla completamente en la presentación sobre hielo. Se puede decir que nada más algunas escenas y los disfraces tienen relación con el ballet de M. Petipa. Y en la segunda parte del show muy poco lo que queda de Tchaikovski ya que comienza a sonar moderna música rusa. Pero la presentación formada armónicamente y el altísimo nivel de calidad en el patinaje que presentan los artistas rusos, además de los trajes multicolores y, por supuesto, la música tan bella – todo eso hace que el show bien vale el precio que se pagó. Entre los artistas hay varios campeones de Rusia y Europa. En el papel estelar de María se presentó Daria Krivenko y en el papel del príncipe, Dmitri Zobnin. Destrezas excelentes mostraron Alexander Korelov – el payaso, Angélica Dobrynina y Andrey Zorin –intérpretes de la danza rusa. Además del ballet clásico, el show también usa el género puramente circense, en el cual se presenta Irina Usenko – siendo ella la primera en el mundo que dominó la técnica de patinaje artístico sobre las manos. También la presentación cuenta con gimnasia aérea, malabarismo, saltos sobre la cuerda, sin embargo todo eso se aleja demasiado del tema principal, que es el ballet sobre hielo. En estos casos los patines más bien estorban a los artistas.
El espectáculo fue creado por la empresa rusa “Russia on Ice” y la gira fue organizada por medio de la empresa colombiana “World Wide Arts”. El grupo cuenta con apenas 25 personas. Antes de llegar a Costa Rica han visitado Honduras y Nicaragua y después viajarán a El Salvador y Guatemala. El grupo lleva el equipo para hacer el hielo artificial que se arma en dos días. Los artistas son igual de rápidos al levantar los decorados. En media hora, mientras duró la entrevista sobre el espectáculo, los auxiliares ya habían quebrado todo el hielo y cargado toda la utilería en grandes barriles, plegado los asientos y bajado el telón… El Gimnasio Nacional quedó vacío esperando la visita de otros espectáculos.
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