Luis Gerardo Vargas se graduó del Instituto
Industrial de Zaporozhie (Ucrania) como ingeniero civil y trabajó en esta profesión
por más de 25 años. Asegura que la
construcción de vivienda e industrial en Costa Rica es bastante buena. “La naturaleza misma comprobó que la calidad
de construcción aquí es buena; los terremotos hacen estragos en muchos países,
pero en Costa Rica después del terremoto del 5 se septiembre, las destrucciones
fueron mínimas”. Entonces, ¿por qué los
caminos y puentes aquí provocan tanta desgracia? “Mi opinión es, que todo el
problema está en la inspección. Si
establecer un buen control, se puede elevar la calidad de construcción
considerablemente”.
Entre
los personajes de nuestro periódico, muchas veces se encuentran viejos
amigos. Pero esta vez, el interés por el
tema de construcción nos llevó a una persona totalmente desconocida. En Costa Rica, muchos ingenieros guardan con
orgullo en su casa los títulos de universidades rusas o ucranianas, pero no
todos se atreven hablar sinceramente sobre los problemas y defectos de
construcción en Costa Rica.
- Luis, me lo recomendaron como un ingeniero
con gran experiencia en el campo de construcción. ¿Cómo evalúa la calidad de construcción en
Costa Rica?
- Lo que trata de la construcción de vivienda o
industrial, creo que la calidad es buena.
Y ya está comprobado: en Costa Rica, después del terremoto del 5 de
septiembre de 7,6 puntos, las
destrucciones fueron mínimas. Aquí el
código sísmico se sigue estrictamente, en la estructura del edificio sin falta
se coloca gran cantidad de varillas de acero.
Por supuesto, esto encarece la construcción, pero considerablemente
aumenta su resistencia. Las paredes se
agrietan, a veces se separan, pero no se caen por completo. De todas las casas que sufrieron daño con el
terremoto, una casa que se desmoronó por completo, resultó que se había
construido sin una sola varilla de acero, pero era sólo un caso aislado, más
bien una excepción, y las infracciones de ese tipo aquí son penalizadas.
- ¿Y cómo es la situación con la construcción
de caminos? Por qué los medios
costarricenses cada día critican los ingenieros por terribles caminos y
puentes? Las carreteras calculadas para 20 años, se destruyen después de
cinco. Los puentes se caen, en los
caminos se forman unos huecos gigantescos, los taludes se derrumben… Evidentemente, en Costa Rica hacen falta
buenos ingenieros. ¡Mejor sería invitar
profesionales de Rusia!
- Es cierto que pocos jóvenes se matriculan en
carreras de ingeniería por temor a las matemáticas. Esta materia es uno de los puntos débiles en
nuestro sistema de educación. Hay que
incentivar en los niños el amor por matemáticas, ¡es una de las ciencias más
maravillosas! Pero creo que tenemos
suficientes ingenieros y arquitectos: según el número ordinal del carnet que
les entrega el Colegio de Ingenieros, su cantidad ya superó los 20 mil. En mi opinión, es más que suficiente para un
país tan pequeño como Costa Rica. Pero
si hablar de la calidad de su trabajo, tenemos que admitir que es bastante
pobre. Es verdad que en la construcción
de caminos – lo que dirige el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT)
– las contravenciones son frecuentes.
- La gente forma la impresión de que una buena parte
de los dineros que se asignan para la construcción de caminos, sencillamente
desaparecen “por debajo de mano”.
- Bueno, la televisión exacerba la situación,
pero “sin ser atrapado, no es un ladrón”, por eso no podemos culpar a nadie sin
tener antes pruebas evidentes para eso.
Es verdad que los salarios en el MOPT son bastante bajos y eso los hace
a los empleados más susceptibles para la corrupción. Sin embargo, y es mi propia opinión, el
financiamiento no es el problema principal.
De los tres elementos esenciales que forman el proceso de construcción
-el financiamiento, la construcción como tal y la inspección- lo que sufre más
es el tercero, precisamente, el control de calidad. Sin un control bien enfocado, nunca podremos
lograr la ejecución adecuada de los trabajos.
- Muchos de nuestros compatriotas que
decidieron emprender la construcción de su propia casa, después se
arrepintieron: los obreros de aquí, como dicen, “tienen las dos manos
izquierdas”.
- Eso precisamente comprueba mi idea. Es que la construcción es un trabajo muy
pesado. Es natural que los obreros por
lo general sean personas de bajo nivel de educación y principalmente
inmigrantes. La gran mayoría no son
operarios calificados por lo que uno tiene que dirigirlos muy de cerca.
Es la obligación del maestro de obras y el ingeniero. Si el ingeniero nunca se presenta en la
construcción y sólo se reduce a la firma de los papeles, quiere decir que es un
chapucero y no cumple con sus obligaciones directas.
La
inspección debe de realizarse no sólo en el proceso constructivo para terminar
el trabajo, sino periódicamente, durante todo el lapso de la vida útil del
objeto, pero se cumple mal. De aquí son
las frecuentes desgracias como aquella que ocurrió en junio en la Pista de
General Cañas, cuando se taqueó la alcantarilla, las aguas llovidas lavaron el
terraplén, y en el camino se formó un gigantesca fosa. O como la tragedia en el Río Tárcoles cuando
en 2009 se cayó el puente de hamaca cuando el bus lleno de pasajeros pasaba por
el mismo y seis personas murieron. Después
de que pasen estas cosas el ministerio toma en cuenta las recomendaciones
realizadas previamente. Pero deberían de
hacerlo antes de que sucedan las destrucciones.
Lo que pasa, es que el MOPT en los últimos 20 años fue debilitado
considerablemente. Por causa de bajos
salarios en el sistema estatal de construcción, los buenos ingenieros no van a
trabajar allí. Pero, si organizar la
inspección y el control de manera adecuada, se podrá elevar la calidad de la
construcción y muchos problemas de la construcción de caminos se van a
resolver. Es verdad que sólo el deseo de
nuestros políticos puede cambiar la situación.
- Luis, ¿usted cree que los ingenieros que
recibieron la educación en la URSS trabajan mejor que los profesionales
graduados aquí? Es que entre los
empleados del MOPT hay muchos egresados nuestros.
- Estudié en el Instituto Industrial de Zaporozhie
desde el año 1980 hasta el 1985, y nuestro programa fue muy completo: nos
dieron no sólo ciencias meramente de ingeniería como matemática y física, sino
también topografía, arquitectura, economía, diferentes tecnologías, electromecánica,
hidráulica y otras. Por eso hemos
recibido educación muy multifacética y profunda. Pero la calidad de trabajo, depende de cada
una persona, es cuestión de conciencia.
- He escuchado que la materia más difícil para
todos los ingenieros es el famoso “sopromat”.
¿En Costa Rica también lo estudian?
- Por supuesto, el “sopromat” –resistencia de
materiales– es la materia vital, muy importante, y uno tiene que aprenderla sin
falta. En nuestro instituto decían:
“Pasas el sopromat y puedes casarte”. Aquí
también lo estudian. Fui invitado varias
veces a formar parte de algunas comisiones de tesis de graduación en la Universidad de Costa Rica. Y presté atención de que aquí en
universidades usan algunos textos de
autores rusos, precisamente en el curso de resistencia de materiales. Pero el programa de preparación de ingenieros
en Costa Rica es más reducido, aquí por lo general se concentran en la
estructura, dejando por fuera los aspectos de efectividad económica.
- Luis, al regresar a la patria ¿era difícil de
acostumbrarse de nuevo a la vida en Costa Rica? Cómo se formó su carrera
profesional?
- Cuando regresas después de estar 6 años en
Europa, soportas un golpe de cambio muy fuerte.
Ya ves Costa Rica con otros ojos, la escala aquí es muy diferente, los
edificios son pequeños, las calles son angostas. Al principio tratas de conservar el mismo
ritmo, caminar rápido por las calles, pero poco a poco el sistema te absorbe y
te vuelves más lento. No tuve que estar
sin trabajo, gracias a Dios. Durante los
primeros siete años trabajé para el Ministerio de Salud, por la línea de la
UNICEF – me ocupaba de mejoramiento en los sistemas de acueductos y
alcantarillados para la protección de salud de la infancia. Pero después renuncié y formé mi propia empresa
“Construcciones y Proyectos”, ahora por lo general me ocupo de construcción de
casas de vivienda, también salas de gimnasia y bodegas industriales. Mis cosas marchan muy bien, aunque después de
que ha comenzado la crisis en los Estados Unidos, aquí la construcción de
vivienda también se bajó considerablemente y todavía no se ha activado. También últimamente trabajo en la Universidad
Nacional como perito, hago valoraciones y doy recomendaciones acerca el
mantenimiento de diferentes edificios.
El año pasado nuestro Colegio de Ingenieros organizó la celebración del
25° aniversario del ejercicio profesional, es que un gran grupo de colegas ha
concluido su educación precisamente en estos años. De todos los egresados de la Unión Soviética,
la parte principal trabaja con buen éxito y vive muy bien. Nuestros ingenieros son capaces de crear
construcciones de muy alta calidad, a la altura de países desarrollados. Lo único que es necesario para eso, es un
poco de deseo, un enfoque responsable y un buen control estatal.
- Luis, fue un placer de haberlo conocido, y
muchas gracias por la entrevista. Con
esto, usted ahora entra en el grupo distinguido de los “personajes del mes” de
nuestro periódico. Por eso lo invitamos
a nuestra actividad del 5° aniversario del periódico.
- Muchas gracias, trataré de llegar.
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