Por invitación de la Embajada
de la Federación Rusa, la reconocida cantante rusa Lilia Bárinova, residente en
Argentina, visitó Costa Rica. Los días 5
y 6 de diciembre ella dio conciertos en San José, y la recaudación fue destinada a la sala de niños prematuros
del Hospital de los Niños.
El programa se compuso de
populares arias de óperas de Puccini y Bizet, “Serenata” de Schubert y “Cisne”
de Saint Saëns, canciones argentinas: “Caserón de tejas”, “Con tu amor”, “Amar
amando” y “La peregrinación” (A la huella), cuya melodía nos es bien conocida
por el programa de televisión “En el mundo de animales”.
La primera parte del concierto
terminó con una hermosa vocalización de la melodía del vals “Voces de
primavera” de Strauss. En la segunda
parte, Lilia sorprendió al público al salir al escenario vestida con un
colorido traje típico ruso. Se
escucharon canciones obligatorias tales como “Noches de Moscú”, “Kalinka”,
“Katiusha” y también las populares “Ah, mi corazón”, “Ay, chicas” y “Llegaron
los gitanos”. Al finalizar el concierto,
la artista, a petición del público, interpretó algunas canciones hebreas.
Después del concierto Lilia
contó que nació en la Región de Altay (Siberia), estudió en Moscú y se graduó
del Instituto de Arte Teatral de Rusia (GITIS) y después trabajó en el Teatro
Musical de los Niños. Además, obtuvo
un título en psicología. En los años 90 debido a problemas familiares regresó a Omsk, en Siberia,
donde trabajaba en teatros y daba conciertos como solista. Sin embargo, a causa
de la larga crisis económica (vivió dos años en Omsk sin calefacción en
invierno!) le obligó a emigrar. Desde el
1999 Lilia vive en Argentina donde no sólo logró aprender perfectamente el
idioma español, sino también reanudar su actividad de concertista y trabajar
como psicóloga. Pero eso no es todo. Le
queda muy poco para graduarse de la universidad como abogada.
Durante varios años Lilia fue
presidenta del Consejo Coordinador de compatriotas y organizó el festival anual
“Madre Rusia” que coincide con el festival local “Buenos Aires celebra”.
Para
cada uno de los compatriotas presente en el concierto, el encuentro con esta
personalidad tan polifacética, fue motivo de agradecimiento por su maestría
artística y el orgullo por esa persona que no se perdió en país ajeno, sino que
logró alcanzar un nivel tan alto que le permite usar ampliamente todas sus
capacidades.
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