Masha Borovik no tenía idea a qué clase de país se iba. La joven tenía 20 años y estaba llena de
esperanza y emociones. Y Costa Rica no
la decepcionó y la recibió con cariño no sólo a ella, sino también a sus dos padres
y dos hermanas. Ahora la mayoría de los
adultos de esta familia que consiste de 17 personas, tiene trabajo asegurado
gracias a Masha (ahora, María Vladímirovna).
Su empresa turística “Russ-Tico Travel” recibe turistas ruso-parlantes y
los lleva a conocer el país desde hace 6
años. El sitio web de la empresa “www.russticotravel.ru” está lleno de comentarios agradables de turistas que han visitado Costa Rica en
compañía de los guías de esta empresa.
Conocemos
a Masha Borovik ya hace mucho, desde aquel tiempo cuando llegó a Costa Rica en
el año 1993, siguiendo a su esposo costarricense. “Me fui a otro lado del mundo –dice Masha- en
alas del amor hacia mi esposo…era muy joven.
No tenía idea adonde caería.
Después de las amplias calles de Kiev, todo me pareció pequeño, me
extrañaba que las personas caminaban por las aceras uno detrás del otro y no al
lado. También era raro ver verjas en
todas las ventanas y casas. Pero me
maravilló que por todos lados, donde vuelves, se ven las montañas. La belleza de la naturaleza me
hechizaba. Me sorprendía que no hubiera
agitación, el ritmo de la vida era muy diferente. Después comprendí que ese ritmo se llama
“Pura Vida”.
- Masha, ¿cómo se acomodaron en el nuevo lugar?
- ¡Muy bien!
Cuando llegamos a Costa Rica, nos asentamos en Barva de Heredia. La familia de mi esposo me acogió muy bien, aprendí
mucho con ellos, inclusive el idioma español.
Escribía cartas a mis papás y hermanas de manera regular y compartía mis
impresiones. Aunque las cartas duraban
casi un mes en llegar. Tenía muchas
ganas de que ellos también viesen todo con sus propios ojos.
No
pude estar sin hacer nada, además necesitaba de alguna manera ganar algo para vivir. Así que comencé a coser ya que en Kiev
aprendí este oficio. Abrí una pequeña
tienda-taller- la que llamé “Yalynka” (en ucraniano significa “Abeto”). Al mismo tiempo estudiaba la misma profesión,
diseño de modas. Después nació nuestro
hijo Darío. Para ese entonces, ya mis
padres y hermanas mayores también se habían venido a Costa Rica por lo que la
vida se puso más alegre. Pero en cierto
momento, esta profesión me dejó de satisfacer y decidí matricularme en el IPEC
para estudiar turismo, después administración de negocios y el idioma
inglés. Comprendí que el enfoque para un
negocio tenía ser completo. Además,
viajé mucho por Europa, visité Alemania, España, Holanda, también fui a varios
países de América Latina inclusive me asomé al África. Eso me ayudó también a ampliar mi visión del
mundo.
Pero
con mi marido, nuestros caminos se separaron. Sin embargo seguimos siendo muy
buenos amigos y socios.
- ¿Antes de montar su propio negocio, usted
había trabajado en algún lado como agente de turismo?
- Por supuesto.
Al principio trabajé en unas cuantas empresas de turismo para acumular
más experiencia. Pero un día se me ocurrió
una idea muy simple: ¿por qué no usar en mi trabajo el dominio del idioma
ruso? Es ahí cuando comenzó la nueva
etapa de mi actividad profesional.
- ¿Era difícil registrar una empresa propia?
- No, registrarla no fue difícil, pero sí,
desarrollar el negocio. En aquellos
tiempos, el turismo de los países de la ex Unión Soviética a Costa Rica tenía
desarrollo muy débil, sólo unas cuantas personas llegaban a este país tan
lejano y desconocido para ellos.
Me
puse a entablar contactos con empresas de turismo de habla rusa de varios
países del mundo por medio del Internet, y después me fui a conocer mis
posibles socios en persona y contarles sobre la bella de Costa Rica. ¡Me creyeron y me confiaron sus
clientes! Las palabras de agradecimiento
que me expresaron los primeros clientes, sustentaban mi seguridad en el trabajo
y me daban fuerzas para seguir la causa que he comenzado.
Todo
tuve que hacer yo misma: ocuparme del mercadeo, la reserva de boletos aéreos y
hoteles, tramitar los pagos, escribir centenas de cartas. Estaba sentada en la computadora de 19 a 20 horas al día. Fueron tiempos muy duros, y tampoco vi
ganancias al principio. Conté y
agradezco a mis padres que me ayudaron con el cuido y educación de mi
hijo. Además, me ayudó mucho Leonid
Kozmín, el que creó y administró el sitio web PuraVida.ru. Nos hemos conocido de manera
virtual porque a los dos nos unió el amor hacia Costa Rica. Es un hombre totalmente desinteresado. Es un gran AMIGO! Él fue quien me hizo el sitio de la empresa, www.russticotravel.ru.
Gracias
a mi trabajo, conocí a un hombre maravilloso.
Un lindo día, cuando me fui con turistas a la Península de Osa, conocí a
un piloto y dueño del avión ultraligero Georg Kiechle, alemán por nacionalidad quien
vivía en Costa Rica desde hacía muchos años.
Los sentimientos y relaciones de amistad se transformaron en algo más
serio, y ya van casi tres años de que somos cónyuges. Así comenzó la nueva etapa de mi vida. Vivimos en Bahía Ballena de Osa, ahí mismo
está nuestra oficina en común. Mi hijo
Darío que ya tiene 13 años, también está con nosotros. Estudia en el colegio local y ya empieza a
ayudarme en el negocio con algunas ideas y hasta responde las llamadas.
- ¿Y cómo van las cosas con su empresa ahora?
- Nuestra empresa ya tiene 6 años, el trabajo
está organizado. Nuestro nombre se está
estabilizando y ya nos conocen bien en diferentes países. Los turistas nos contactan directamente o a
través de nuestros colaboradores, operadores de turismo. Tenemos cuatro guías que trabajan
permanentemente para nosotros, todos tienen la licencia del Instituto
Costarricense de Turismo. Participamos
anualmente en exposiciones internacionales de turismo que se llevan a cabo en
diferentes ciudades de Rusia y Ucrania, con el stand “Costa Rica – Russ-Tico
Travel”. En nuestro puesto muchas veces aparecen nuestros
antiguos clientes para saludarnos y recordar los momentos agradables que han
pasado en Costa Rica. ¡Es muy conmovedor!
En
los últimos años, una parte de mis familiares comenzaron a trabajar con
nosotros: el esposo de mi hermana mayor, Vladímir, lleva turistas por el país
en su bus de 12 pasajeros, la hermana mayor Katia es la contadora, los sobrinos
Yaroslav y Sviatoslav son guías; y Yaroslav en tiempo libre de excursiones
también trabaja en la oficina. La esposa
de Sviatoslav Rebeca se especializa en el mercadeo, mi mamá es la autora de la
mayoría de artículos sobre Costa Rica que publicamos en nuestros sitios web y
también en algunas revistas rusas de turismo.
Cuando más gente ayuda, el trabajo se hace más fácil. Yo personalmente ahora por lo general me
ocupo de cartas e importantes cálculos.
Creo que uno puede lograr de todo en la vida, pero hay que aplicar mucha
persistencia, paciencia y trabajo.
Además
de turistas de Rusia y Ucrania, también viene gente de Letonia, Lituania,
Estonia, Bielorrusia, Uzbekistán,
Kazajistán, nuestros compatriotas de los Estados Unidos y Canadá. A veces vienen grupos grandes de hasta 60
personas. Por supuesto, entre los
turistas hay gente diferente, inclusive la que se permite tratar con
menosprecio todo lo que le rodea, pero por suerte, no es mucha. Lo que me inspira más, es que algunos, a
pesar de los miles de kilómetros, a veces regresan por aquí por segunda y por
tercera vez, realmente enamorados de Costa Rica. Así se llama la página en Facebook que abrí
en lengua rusa: “Влюбленные в Коста-Рику” (enamorados de Costa
Rica). Y siempre está llena de
comentarios arrebatados y fotografías multicolores de los que han venido por
aquí y sueñan por venir otra vez, ya que en ninguna parte, como consideran los
viajeros, uno puede ver las puestas del sol tan increíblemente coloridas
como en Costa Rica. Y en Punta Uvita, donde vivimos, tengo el
placer de observar esta belleza en toda extensión, sin que la tapen las casas.
Son sólo montañas, el océano, las olas y el cielo…
- Ahora cuente un poco sobre Georg.
- ¡Para contar sobre Georg necesitaremos toda
una edición especial del periódico (sonríe)!!!
Su historia es muy interesante y llena de increíbles acontecimientos. Pero en palabras breves, les cuento: Georg
nació en una aldea en las Alpes en el sur de Alemania, en la frontera con Suiza
y Austria. Es hijo de campesinos (uno de
los cuatro), desde niño conoció el trabajo de verdad y la lucha por sobrevivir.
Para
poder estudiar, tenía que trabajar primero, pero no le asustó, sino lo motivó
aún más. Después de haberse graduado de
la universidad de Múnich como diseñador y constructor de medios de transporte
aéreos y cósmicos, trabajó en Japón como ingeniero jefe en la Compañía Suzuki,
visitó Rusia donde en el año 1976 estudió en un curso de la “Separación de
metales” en la ciudad de Omsk. Después
lo invitaron trabajar en Bolivia como especialista único de Europa Occidental
en la tecnología de separación de metales con patente soviética. Después de algún tiempo le ofrecieron trabajo
en la Unión Europea en el campo de ls cooperación técnica y financiera con los
países de América Latina, lo que lo obligó visitar diferentes países de esta y
Europa. En 1996 Georg recibió un
nombramiento para trabajar en Rusia realizando un proyecto más de la Unión
Europea. Ya tenía el boleto aéreo y las
maletas hechas, pero un sentimiento confuso no lo dejaba en paz y cuando ya
estaba en el aeropuerto de Lima, sencillamente no abordó el avión. A la semana, en uno de los restaurantes de Moscú fueron
asesinados su compañero de trabajo y el jefe con los que él “tenía que haber
estado” en ese momento si hubiera viajado a Rusia. Cayeron por casualidad en uno de los
“juicios” de los gángsteres que eran frecuentes en los años 90. El ejemplo de Georg nos dice que es necesario
prestar atención a sus sentimientos y puede ser útil para muchos.
En
el mismo año de 1996 cambió su vida y se
asentó en Costa Rica, en el pueblo de Uvita, donde montó la primera línea aérea
comercial de ultraligeros en el país. Su
primer avión marca Challenger llegó a Costa Rica en piezas, y él mismo lo
ensambló en el lugar. Este pequeño
aparato de color naranja encendido eleva un piloto y un pasajero. Uno conoce el país desde las alturas a vuelo
de pájaro al sobrevolar el Parque Nacional Manuel Antonio, la Península de Osa,
el Parque Nacional Corcovado. Un vuelo de 20 minutos cuesta $ 110 y uno de
30 minutos, $ 140. En total, junto a su
socio , ahora tiene cuatro aviones. A
finales del 2011 compró el último avión acuático de Rusia, en la ciudad de
Samara, con capacidad de dos pasajeros, al que ha nombrado “Manyunia”, como
usted entiende, en honor mío. Ahora está terminando de ensamblar el segundo
motor. Muy pronto nuestros turistas podrán
volar en parejas y ¡hasta casarse en el aire!
Es nuestro propósito para “Manyunia”.
- Entonces, ¿sus dos empresas turísticas ahora
trabajan juntos?
- Sí, nos
complementamos uno al otro. Georg me
ayuda a buscar turistas en los países europeos y yo le presto clientes para los
vuelos. ¡Todos se quedan muy
satisfechos! Una viajera así describió
sus impresiones en el sitio “Pura vida”: “La sensación de libertad me
embriagaba. Las plantaciones de palma
africana que se extendían en muchos kilómetros, las bandadas de aves, los ríos cortando
la densa selva con sus arabescos complicados, y la línea interminable de la
costa oceánica, se presentaron ante mis ojos”. http://puravida.ru Y otra turista, una cirujana plástica de los
EE.UU., nombró a Georg como su colega
porque, al igual que un cirujano, “embellece las caras de personas con una
linda sonrisa”. Por lo menos, ¡mi cara
ya ha embellecido con una sonrisa feliz, y espero que para siempre!
Maria y su sobrino Yaroslav
Maria en la exporición en Rusia
Maria con turistas
Комментариев нет:
Отправить комментарий