En marzo del 2011 el Presidente
de Rusia de entonces D. Medvedev ordenó adelantar las agujas del reloj 1 hora y
dejarlas así para siempre y con eso, suprimir los cambios estacionales del
“tiempo de invierno” y el “tiempo de verano”.
Si tomamos en cuenta que Rusia desde el año 1930 ya vivía una hora
adelantada en el tiempo astronómico, entonces ahora vive adelantada dos horas.
Cuando queremos llamar de
Costa Rica a Rusia por teléfono o por Skype, tenemos que agregar diez horas,
aunque tanto la computadora como el teléfono nos indican: la diferencia de
horas con Moscú es de ocho horas. ¿Resulta que la hora en Rusia está
establecida incorrectamente? Así es.
Todos los relojes en Rusia, por el orden del gobierno, funcionan dos
horas adelantados. La gente tiene que
levantarse en la madrugada mucho antes del amanecer, los escolares estudian con
lámparas, los funcionarios pasan toda la mañana con las luces encendidas, y
cuando les toca regresar a casa después del trabajo, en la calle ya está oscuro
de nuevo. Los rusos no ven la luz solar,
todos se quejan de estar con sueño, con irritación, mala memoria, fatiga
crónica, baja de defensas del cuerpo.
Una vez, en el siglo pasado, cambiaban el horario con el fin de ahorrar
energía eléctrica, sin embargo ahora este efecto poco a poco se está reduciendo
a nada: la economía en el consumo anual de energía del último año se estima de
apenas en el 0,45%.
“Tenemos un dictamen oficial
del Ministerio de Salud y de la Academia de Ciencias sobre el efecto negativo en
las personas del desplazamiento de dos horas del tiempo astronómico –dice
Sergey Kalashnikov, Presidente de la Comisión de Protección de Salud de la Duma
Estatal de la Federación Rusa.- Las
estadísticas certifican que el número de llamadas a la “Cruz Roja” creció de un
10 a un 16%, aumentó la cantidad de ataques al corazón, derrames cerebrales,
suicidios, traumatismos, accidentes de tránsito. Los que sufren más, son los niños: no sólo se
les empeora la salud, sino también el rendimiento escolar”.
Rusia es un país nórdico,
situado entre las latitudes de 41° y 77°.
Como consecuencia de eso, existe gran diferencia del día de luz entre el
verano y el invierno. Si el sol en Moscú
se levanta en verano (según la hora astronómica) a las 3:30 de la mañana y se
pone a las 7:30 de la noche, entonces en invierno, al revés, se levanta a las
8:30 de la mañana y se pone a las 3:30 de la tarde. Por eso a partir del año 1981, adelantaban
las agujas del reloj una hora cada verano y las regresaban una hora en
invierno, como se hace un muchos otros países del mundo. Pero en el 2011 se decidió no cambiar el
reloj más porque, según las opiniones de los profesionales, eso afectaba
negativamente la mentalidad y la salud de la gente. Así que el reloj se quedó con el tiempo
astronómico adelantado en 2 horas.
“Como demostró la
investigación del Ministerio de Salud, a la mayoría de los rusos la innovación
no les sentó bien, –asegura S.
Kalashnikov.- Sólo un 8% de los que contestaron, notaron una influencia
positiva sobre su salud, un 34% manifestó que el cambiar las agujas no les
influyó en nada, y un 47,6% se quejó de que su salud empeoró”. Con esta opinión, está de acuerdo Viacheslav
Aprelov, especialista en astronomía aplicada, cronobiología y análisis
sistémico, jefe del Comité Social “Por el Restablecimiento en Rusia de Vida
según el Tiempo Zonal” de San Petersburgo.
Esta organización no sólo aboga desde el año 2010 contra el sistema del
cálculo de tiempo en uso, sino también contra la ley federal correspondiente,
ya que lo aprobaron sin que los especialistas de la Academia de Ciencias
Médicas de Rusia participasen en su elaboración. “Como resultado, el ritmo social de personas
no coincide con el ritmo natural del cambio del día y de noche –explica V.
Aprelov- La falta de sueño crónica se acumula y hace daño a la salud física y
psíquica de niños y adultos. En
realidad, la gente trabaja y estudia en estado hipnótico. Cada día se despiertan en medio de la noche y
viven bajo la hipnosis de oscuridad”. El
comité de San Petersburgo, que contiene
somnólogos y médicos de otras especialidades, considera que lo óptimo sería atrasar
dos horas en todo el país.
En
setiembre pasado un proyecto de ley correspondiente se introdujo a discusión en
la Duma Estatal. Pero los diputados de
repente se negaron a aceptarlo y comunicaron: “Todos los asuntos que tratan del
cálculo de tiempo, se atribuyen a las competencias del Gobierno”. A los rusos sólo les queda esperar que el
Gobierno atienda las llamadas de los expertos y acceda a su petición.
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